sábado, 30 de octubre de 2010

Un año después, sigue el peligro de derrumbe en Machu Picchu

Descubrir la ciudadela inca de Machu Picchu, en Perú, parece convertirse definitivamente en una aventura de alto riesgo. Un informe del Instituto Geológico del Perú (Ingemmet) asegura que se mantienen los peligros de aludes y derrumbes en las cercanìas de Cusco.

Según el estudio, hay 22 zonas proclives a deslizamientos, otras 12 que pueden sufrir derrumbes y 12 donde pueden provocarse caídas de rocas y erosiones fluviales. Fabrizio Delgado, especialista del Ingemmet, aseguró a los medios locales que "el riesgo de derrumbe siempre está presente" en determinadas ubicaciones, por lo que se debería impulsar la relocalización de algunos habitantes.

La zona más afectada es el pueblo de Aguas Calientes, renombrado Machu Picchu Pueblo recientemente, distante unos pocos kilómetros de la reserva declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO. Aguas Calientes quedó aislada en enero tras el desborde del río Urubamba, que la atraviesa. En esa oportunidad, más de dos mil turistas quedaron varados y debieron ser rescatados en helicóptero. En esa oportunidad, Lucila Ramballo, una argentina de 20 años, falleció cuando un alud de piedras golpeó la carpa donde dormía mientras realizaba el Camino del Inca.

Tanto Cusco como Machu Picchu y la zona del Valle Sagrado son uno de los destinos favoritos de los mochileros argentinos. Los turistas locales abundan en Cusco en plena temporada de lluvias (de noviembre a marzo), por lo que el riesgo que corren es más alto que el de europeos o norteamericanos. La recomendación: guardar los días de vacaciones para mediados de año y disfrutar de la belleza del lugar en temporada seca.

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